Es uno de los atardeceres de Buenos Aires..Lo recuerdo porque estaba con mis amigos...Algunos seres en el vientre, otros en la conciencia y otros en el presente corporal. A esas horas nos hacíamos humo sintiendo la humedad. Sorprendida estaba mirando el horiezonte, mientras pensaba que la gran masa rocosa de la Cordillera de los Andes y el paso por el Aconcagua estaban muy lejos...lejos como para pensar que no existian, que eran una invensión más de mi memoria afectada por los efectos de los innumerables edificios y el sonido del tren en la estación Saavedra.

 

En un punto infinito busco tus ojos
Veo volar una bolsa en el aire de la ciudad
Y pienso que solo lo que tiene alas vuela
Me concentro en una sirena que suena 3 veces
Veo el azul y el verde que se nueve como un oc�ano
�No se por que raz�n te busco�
Ahora fijo mi mirada en la grieta del muro
Y veo la figura de tu peso fugaz
Puede ser que no me recuerdes
(a�n cuando me gustar�a que no fuera as�)
Es que en tu memoria no significo nada
No dej� huellas
El aire es gas
Y lkos encuentros son espor�dicos
Un edificio con l�nea perfecta me recuerda tu ser�
Impenetrable
Duro
Lleno de cosas
Frio
Distante
�til
Casi muerto�
Desaparec� para que no te escondieras
No te busco de verdad porque no te importa 

Este ojo
permanece enfermo, hinchado, rojo y peque�o�
ve nebulosas,
tan diferente al otro
se escapa, se esconde del humo�
contin�a recorriendo los caminos de este templo profundo y laber�ntico
surcando el cristalino umbral de lo silvestre.
Este ojo
distante se queja,
movi�ndose entre cuerpos sinuosamente brillantes�
profanos - como este deseo que me inquieta-
como este ojo
que me ciega lateralmente
que se ha vuelto el compa�ero que me falta,
el que est� muerto
el que est� quieto�
Del otro lado falta la informaci�n complementaria,
del otro lado solo est� el reflejo l�gubre
la percepci�n con el cuello torcido y los hombros desgarrados�
ah� es
donde se rompe la nube
se pierde mi opini�n
explota el presente que pasa�
Este ojo
sigue siendo tan in�til, como la verdad no cre�da�
tan ingenuo, como un grito en la muerte�
tan primitivo, como lo desconocido (la succi�n).
La direcci�n en giros,
no cambia nada�
la totalidad se pierde entre su absoluto�
lo primero inexistente frente al desorden concreto,
aqu� se cae el gesto,
se hace insostenible,
se prolonga lo incompleto soberano�
se enceguese al mirar su propia ceguera
se extingue frente a su imperfecci�n.